27.1.05

Deseo

Deseo algo efímero que ni tan siquiera tiene un rostro.
Deseo ponerle rostro a efimeria.
Deseo satisfacer este deseo.
Deseo tu cuello.
Deseo tu pie.
Tu pie en mi boca.
Tu boca en la mía.
Tu boca en mi polla.
Tu boca en mis pezones.
Tus tetas en mi boca.
Tus tetas en mi polla
Tus tetas en mis manos.
Tu coño en mi boca.
Tu coño en mis dedos.
Tu coño en mi polla.
Tu piel en mi boca.
Tu culo en mi boca.
Tu culo en mis dedos.
Tu culo en mi polla.
Tu culo abierto en mi mirada.
Tu cara en mi memoria para siempre en ese momento.

Precioso.

24.1.05

I Machine

¿Cómo una puta canción puede moverme tanto las entrañas y conseguir que odie tanto al resto del mundo como para no formar parte de él?

Something's gone terribly wrong




Desperté con un extraño zumbido en mis oídos. "Putos acúfenos" pensé. Me sentía algo desorientada, incluso llegué a marearme al incorporarme para ir al baño. Dí al interruptor de la luz para ver qué cara tenía esa mañana. Nada. Oscuridad. Tan sólo entraba una rendija de luz rojiza por la ventana. De todas maneras tenía que lavarme la cara, a ver si despejándome el jodido ruido desaparecía. Un líquido maloliente y viscoso emanó del grifo casi cubierto por el óxido. Después de los improperios y pataletas de rigor fui hasta la cocina en busca de velas.
El suelo estaba asqueroso, crujía bajo mis pies descalzos, sonaba como si pisara cientos de cadáveres de insectos. Tanteando a ciegas, entre cajones cubiertos de polvo encontré un cirio casi consumido. Lo encendí. Miré a mi alrededor; todo cubierto de polvo, cucarachas inertes que me miraban sonrientes desde su caparazón vacío, el aire impregnado de podredumbre... De puntillas, me dirigí casi con los ojos cerrados a mi habitación para ver si aún estaba durmiendo, deseando verme a mí misma plácidamente entre las sábanas.
La cama estaba deshecha y vacía. Me busqué en el espejo que tenía colgado en la cabecera y me encontré con una extraña envejecida cincuenta, qué digo, cien años.

El fin del mundo había llegado y la muerte me había encontrado durmiendo. Demasiado valium la última vez.

13.1.05




Mi cuello. Para aquel que quería verlo.

9.1.05




Supongo que el alcohol no hace más que aumentar la calentura, despertar aún más la líbido, hacer que moje las bragas tan sólo con ver cómo me enseña la lengua. Una lengua conocida y saboreada, que me ha recorrido en ocasiones. Esa boca me volvió loca tiempo atrás. Y está tan buena...
Repetiré a escondidas, como siempre.